Gudja

Gudja es un pueblo característico ubicado cerca del Aeropuerto Internacional de Malta. Los orígenes de Gudja se remontan hasta antes de 1436, cuando la famosa capilla de quinientos años en Bir Miftuh, un área de Gudja, se estableció como una de las primeras doce parroquias de las islas maltesas. Gudja ha dado origen a varios otros pueblos que conocemos hoy en día, incluyendo Safi, Kirkop, Hal-Farrug, Luqa, Mqabba, Birzebbuga y Tarxien, este último también se expandió a Fgura, Santa Lucija y Paola. Por esta razón, el escudo de armas de Gudja lleva el lema 'PLURIBUS PARENS', que significa 'Madre de muchos hijos'.

La Iglesia Parroquial de Gudja (1666) está dedicada a la Asunción de la Virgen María, y la festividad anual se celebra el 15 de agosto con gran pompa y fanfarria. Visítala en este momento para ver la Iglesia y las calles del pueblo ricamente decoradas y únase a los muchos malteses y turistas que vienen a disfrutar del folclore religioso tradicional en su máximo esplendor.

La Iglesia en sí misma es bastante única en la isla ya que tiene tres campanarios. En el interior de la iglesia encontrarás algunas interesantes obras de arte incluyendo varias pinturas que datan de finales de 1800 y la estatua procesional más antigua de las Islas Maltesas: la Asunción de Nuestra Señora esculpida en madera sólida en 1807 por el escultor maltés Vincenzo Dimech. Como nota al margen, el famoso arquitecto Girolamo Cassar, quien también diseñó varias de las iglesias en Malta que todavía admiramos hoy en día, nació en Gudja. La Iglesia y las capillas vecinas están adornadas con antiguas y modernas piezas de plata y oro.

Un paseo por Gudja te ofrecerá una serie de características interesantes y sabor local tradicional. Probablemente el más notable es el impresionante Palazzo D'Aurel, también conocido como Palazzo Bettina, donde se cree que Napoleón residió durante su breve mandato en Malta. Aquí también verás la misteriosa torre de Tax-Xlejli. Alrededor del pueblo encontrarás antiguos balcones de piedra caliza tallada e inscripciones en casas que datan de la década de 1500, mientras que las estatuas de San José y la Asunción vigilan la plaza principal y desde nichos en las esquinas de las calles.